La impotencia de esta noche fue increíble. Las ganas de llorar eternamente, de no ver a nadie nunca más.
Descubrí algo que es cierto, y es que ningún hombre es capaz de cumplir sus promesas. Bien le dije que no haga promesas que ambos sabíamos que no iba a cumplir, pero en el interior, bien adentro, tenía una mínima esperanza.
Como volver a recordar ese maldito día... Estando con sus amigos no se preocupa de nada más, ni siquiera de ver si sigo viva o no.
No tengo ganas de verlo, de hablar con él, de nada.
Si ese domingo lo único que le importo era estar en el recital, e irse a dormir en vez de avisarme como me había prometido, que me dejó como una idiota esperando todo el fucking día. Si ayer "pensaba" que me había llegado el puto mensajito pero ni siquiera tuvo la decencia de fijarse hasta casi las 9 am.
A fin de cuentas, parece que si está con sus amigos, su novia queda perdida en el resto de la multitud
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