La impotencia de esta noche fue increíble. Las ganas de llorar eternamente, de no ver a nadie nunca más.
Descubrí algo que es cierto, y es que ningún hombre es capaz de cumplir sus promesas. Bien le dije que no haga promesas que ambos sabíamos que no iba a cumplir, pero en el interior, bien adentro, tenía una mínima esperanza.
Como volver a recordar ese maldito día... Estando con sus amigos no se preocupa de nada más, ni siquiera de ver si sigo viva o no.
No tengo ganas de verlo, de hablar con él, de nada.
Si ese domingo lo único que le importo era estar en el recital, e irse a dormir en vez de avisarme como me había prometido, que me dejó como una idiota esperando todo el fucking día. Si ayer "pensaba" que me había llegado el puto mensajito pero ni siquiera tuvo la decencia de fijarse hasta casi las 9 am.
A fin de cuentas, parece que si está con sus amigos, su novia queda perdida en el resto de la multitud
Para que hablar cuando podemos besar
17/8/15
14/8/15
Perfecta imperfección
Me di cuenta que la gente realmente no aprecia las pequeñas cosas de la vida, que hacen que uno esté feliz, o que simplemente hacen de la vida, bella.
Cada lunar contado en su cuerpo, cada marca y cicatriz, cada sonrisa chueca, cada vez que sube levemente el lado izquierdo de sus labios cuando inhala hondo,,, Esas cosas que nadie notaría sin mirarlo detenidamente, sin abstraerse en su belleza a cada mirada, sin poder permanecer horas mirándolo fijamente.
Creo que todos nosotros deberíamos tener una persona a la que admirar, no sólo como persona, sino físicamente, esos detalles, a los que uno se acostumbra, de los que uno se enamora.
Cada tontería de más, cada enojo, cada llanto, cada caricia...
El ser humano tiene muchas imperfecciones, no sólo aquellas que se ven a simple vista, pero si les prestamos atención, si nos abstraemos en ello, podemos encontrar la belleza excepcional que cada ser tiene.
Yo no necesito buscar belleza excepcional.
Tengo a un hombrecito a mi lado, que resalta cada aspecto que marqué, y mil más que me hizo vivir.
Cada detalle que noto de él, cada cosa que me cuenta, cada secreto, cada parte de su vida; con sombras e imperfecciones; lo vuelven perfecto a cada paso que da. Porque de eso se trata la belleza y la perfección; de los errores, de estos pequeños detalles, de las cosas que nos hacen humanos.
Que nos hacen reales.
Y sí, me pasaría mil horas más admirando cada pequeño detalle.
Quisiera poder contar cada lunar de su cuerpo, acariciar su pelo suave, ver su boca semi abierta cada que le amago un beso, dejarle marcas que me recuerden hasta nuestro próximo encuentro, pelearlo mil veces más; abrazarlo mil veces más.
Quisiera poder contar cada lunar de su cuerpo, acariciar su pelo suave, ver su boca semi abierta cada que le amago un beso, dejarle marcas que me recuerden hasta nuestro próximo encuentro, pelearlo mil veces más; abrazarlo mil veces más.
Cada imperfección, cada rasgo único, que sólo los vi en él, lo hacen real. Y eso es lo más bello que puede haber. Tener a un hombre a mi lado, perfecto por el simple hecho de ser real.
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